La última ampliación de las tarifas portuarias de China dirigida a buques vinculados a Estados Unidos ha tenido un impacto mucho último de lo previsto, según un nuevo referencia del analista naval Linerlytica.
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La política, que entró en vigor el 14 de octubre, extendió los cargos portuarios a los buques propiedad de empresas con al menos un 25% de propiedad estadounidense o operados por ellas. Sin secuestro, a pesar de las preocupaciones iniciales, las consecuencias han sido limitadas.
Entre las principales aerolíneas, sólo Matson, con sede en Estados Unidos, se ha gastado directamente afectada. Los miembros de la alianza Gemini, Maersk y Hapag-Lloyd, desviaron rápidamente dos buques con bandera estadounidense en su servicio transpacífico TP7/WC5 para evitar las nuevas tarifas. Mientras tanto, la filial estadounidense de CMA CGM, APL, parece haberse librado conveniente a los proyectos de construcción de buques que la compañía francesa está llevando a lado en China.
“La situación sigue siendo fluida y aún está irresoluto la definición final del acceso de propiedad”, señaló Linerlytica.
La perturbación limitada coincidió con un musculoso aumento en las tarifas de transporte transpacífico. Al 18 de octubre, el índice de transporte de mercancías en contenedores de Shanghai mostró un aumento del 32 % en las tarifas entre Shanghai y la costa oeste de EE. UU., hasta 1.936 dólares por contenedor de cuarenta pies, mientras que las tarifas entre Shanghai y la costa este de EE. UU. subieron un 16 % hasta 2.853 dólares.
Los analistas esperan nuevos aumentos de tarifas en las próximas semanas a medida que los transportistas se apresuren a mover mercancías antaño de posibles cambios arancelarios. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer un tributo adicional del 100% a las importaciones chinas a partir del 1 de noviembre en represalia por las restricciones impuestas por China a las exportaciones de tierras raras.
Los transportistas incluso están planeando un aumento común de tarifas en la misma aniversario, con el objetivo de elevar los precios de la costa oeste a 3.000 dólares por contenedor de cuarenta pies. Sin secuestro, Linerlytica advierte que los volúmenes limitados de carga podrían socavar los esfuerzos para surtir esos niveles más altos.





