por Clark Lowe, presidente y CEO de O’Connor Company
La implacable demanda de desempeño en el oportunidad de trabajo puede dar oportunidad a una civilización de represión. Los líderes que confían en la microgestión y las tácticas basadas en el control para conminar a los empleados a ofrecer resultados a menudo logran impresionantes resultados a corto plazo. Sus empleados alcanzaron los KPI y cumplen con los plazos. Pero debajo del exógeno pulido, se construye una consecuencia tranquila.
Estos líderes finalmente se quedan con equipos desencantados desprovistos de innovación.
Por qué presionar a los empleados crea desconexión y facturación a prolongado plazo
Al sustentar a los empleados bajo presión constante, las organizaciones asumen que pueden impulsar niveles más altos de productividad. Utilizan consecuencias como reprimendas o incluso pérdida de empleo para sustentar al personal en camino.
Sin requisa, la presión crónica genera ansiedad en oportunidad de enfoque. Los empleados que se sienten controlados pierden su motivación intrínseca y comienzan a desconectarse emocionalmente de su trabajo. La alegría de la colaboración y la creatividad se asfixia bajo el peso del estrés. En oportunidad de producir su mejor trabajo, los empleados recurren a comprobar cajas.
Según Gallup, el compromiso entre los empleados estadounidenses recientemente alcanzó un leve de diez abriles. Esta desconexión conduce a una facturación costosa. La ingreso rotación perpetúa la inestabilidad, exacerbando un círculo vicioso de medidas de control que erosiona aún más la recatado de los empleados.
La civilización de represión esencialmente transforma lo que podría ser un oportunidad de trabajo próspero en una puerta giratoria. Los empleados dejan sentirse quemados y infravalorados. Cada compañía que opera de esta modo está sangrando en silencio, sin darse cuenta de que su estilo de liderazgo es la causa raíz.
La verdadera razón por la que los líderes se duplicaron en el control
La evidencia sugiere que esta civilización gremial finalmente descompostura, pero los líderes persisten en ratificarse a ella. ¿Por qué? Lo creas o no, la respuesta está arraigada en el miedo, la emoción misma que arman contra sus equipos.
El liderazgo basado en el control a menudo proviene de la inseguridad o una mentalidad de escasez en la mandato. Los líderes adoptan una supervisión estricta porque temen que el fracaso los lleve a perder su posición o reputación. Cuando se duplican sobre procesos rígidos y castigos por errores, se convencen de que están minimizando el peligro. Pero esta red de seguridad es una ilusión. En verdad, estas decisiones impulsadas por el miedo exacerban la desconexión de los empleados. Este es el problema que finalmente le costará más a los líderes.
Los líderes recurren al control porque la idea de encomendar en su equipo se siente inerme. La confianza los obliga a renunciar a la ilusión de control y nivel con su masa, en oportunidad de despuntar sobre ellos. Les desafía a construir relaciones más fuertes y redistribuir la responsabilidad. Todo esto puede sentirse aterrador para un líder que percibe la vulnerabilidad como pasión.
Retener el rendimiento sin acudir al liderazgo basado en el miedo
El contraveneno para el cultivo de represiones radica en firmeza. Los líderes deben memorizar a crear responsabilidad sin ofrendar a la humanidad y ocasionar confianza sin compendiar los estándares. Cuando golpean esta acuerdo, desbloquean todo el potencial de sus equipos, reteniendo el detención rendimiento y el compromiso sin tácticas basadas en el miedo.
Estos líderes confían en sus empleados. Les dan autonomía sobre sus tareas y les permiten resolver problemas sin supervisión constante.
Cuando ocurren errores, estos líderes resisten el impulso de amonestar y tomar el control. Confían en sus empleados para ver el esquema mientras aprenden y mejoran en el camino. Esta confianza genera observancia, y los empleados leales dan su mejor trabajo.
La secreto para los equipos de detención rendimiento es la confianza. Los empleados van más allá cuando se sienten seguros asumiendo riesgos y haciendo preguntas. Hacen el leve cuando temen las repercusiones. El contraste no podría ser más traumatizado. La inseguridad construye una civilización de perfeccionismo, donde la seguridad fomenta el crecimiento y la innovación.
Los líderes efectivos recuerdan a los empleados por qué su trabajo es importante. Estos líderes conectan tareas con objetivos generales, celebran victorias y ayudan al personal a advertir que están contribuyendo a poco significativo. El enfoque se centra en el propósito sobre el castigo. Un enfoque en evitar la energía de trabajo SAPS SAPS. Los líderes deben fomentar a sus equipos con visión.
Una civilización de control puede producir números a corto plazo, pero no es rival para el nivel de rendimiento posible en los lugares de trabajo basados en la confianza y el empoderamiento. Los líderes que ascienden al desafío inspirarán ese rendimiento, pero incluso obtendrán equipos más felices y una retención duradera en el trato.
Clark Lowe, presidente y CEO de O’Connor Company, es un líder experimentado con experiencia en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, donde desarrolló su filosofía de liderazgo basada en la integridad, la adaptabilidad y la resolución de problemas. Su experiencia zapatilla la construcción, la mandato empresarial y los equipos liderando al éxito fomentando la innovación, la optimización de los procesos y alentando el enseñanza continuo en todos los niveles.
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